“Nos amenazaron de muerte por salir a atajar las máquinas”

Otra vez Arauco. Otra vez el miedo. Otra vez los territorios, la salud y la propia vida en peligro. El gigante multinacional está arrasando con los territorios indígenas en Misiones con el aval del Gobierno provincial.

Ramón Baez, mburuvicha de la Comunidad Andrés Guacurarí, Puerto Libertad, denunció que esta mañana fueron víctimas de un nuevo atropello de la empresa “Están invadiendo con máquinas, plantando pinos cerca de la Comunidad -a 50 metros- usando químicos que son un peligro para chicos y grandes”.

No solamente están violando los derechos establecidos en leyes nacionales y convenios internacionales de derechos humanos que protegen a los Pueblos Indígenas, sino que además, los amenazaron de muerte.

“Nos amenazaron de muerte por salir a atajar las máquinas. Uno de los empleados dijo que si el jefe ve a alguno de nosotros, lo va a matar. Mi miedo no es morir, sino que a mi gente le pase algo. Yo salgo a defender mi territorio, que es para nosotros y las generaciones futuras”, aseveró.

Y continuó: “Uno que estaba en la camioneta amenzó de muerte a un abuelo. Muchos tienen miedo, unas tres o cuatro familias se van a ir a Mado, están dejando con miedo a mi gente”.

Sin embargo, el mburuvicha aseguró que seguirá firme en el lugar junto a su familia: “Vamos a estar siempre luchando”.

La Comunidad tiene su Carpeta Técnica que fue realizada en el marco de la Ley 26160 de relevamiento territorial, herramienta jurídica para frenar los intentos de desalojo de los Pueblos Indígenas de sus territorios ancestrales y que reconoce la posesión de los mismos a las Comunidades.

Además, es un primer paso para una futura Ley de Propiedad Comunitaria, que parece estar cada vez más lejos.

“Queremos que paren de plantar pinos dentro de nuestro territorio, usan químicos que contaminan el suelo, el agua, los arroyos”, remarcó el mburuvicha, ya que la preocupación por estas horas va en aumento y esperan que alguna autoridad se acerque a hablar con ellos.

Cabe recordar que la empresa Arauco posee plantaciones forestales en otras Comunidades Mbya de la provincia, como Puente Quemado II (Garuhapé). Además de los atropellos a la cultura indígena y sus Tekoa, el reemplazo del bosque nativo por monocultivos trae consigo una serie de impactos negativos para el ecosistema y para la salud.

Entre las principales consecuencias se destacan la contaminación por agrotóxicos, acidificación del suelo, sequía y un alto riesgo de incendios, ya que por la composición de los árboles el fuego se propaga mucho más rápido, como pasó en Puente Quemado II.

Es por eso que hoy, las Comunidades invadidas están dispuestas a dar batalla y no temen plantarse frente a las máquinas y a una multinacional, al mismo tiempo que exigen el cumplimiento de sus derechos a los gobiernos, empresas y poderosos que desoyen las normativas vigentes.

Equipo Misionero de Pastoral Aborigen – EMiPA

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