Una joven Mbya, de la Comunidad Arandu, habló sobre sus derechos, anhelos y la fuerte convicción que la moviliza día tras día a acompañar las luchas territoriales.
Keila Zaya, de nombre espiritual Yva Jera, tiene apenas 16 años pero eso le basta para tener plena conciencia y conocimiento sobre sus derechos como Mbya, y tiene claro desde mucho más chica que la salida es colectiva y el motor es defender y garantizar los territorios ancestrales.
La joven integra la Comunidad Tekoa Arandu, ubicada sobre la Ruta Provincial 17, en Pozo Azul, que tiene 5.014 hectáreas y es una de las pocas en Misiones que cuenta con título de propiedad.
Hace poco más de un año, Keila comenzó a asistir a la capacitación en Derecho Indígena que brinda el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA). Días atrás, se puso al frente como representante Mbya frente a cámaras y periodistas en la ciudad de Posadas, y habló sobre la ley 4000, precisamente sobre la deuda que tiene el Estado hace más de 20 años en incorporarla a la Constitución Provincial.
– ¿Qué te motivó a comenzar la capacitación en Derecho Indígena?
– Yo recuerdo muy bien que empecé a acompañar en la lucha cuando tenía 12 años, cuando mi mamá me llevó al Aty Ñeychyrõ. Ahí fue que vi y escuché muchas cosas que me interesaron. Fui escuchando las preocupaciones de los mburuvicha (caciques) y de las Comunidades.
Se hablaba del territorio, y quise agregar mi aporte perro no sabía cómo. Escuché sobre una capacitación en Derecho Indígena, quise entrar y saber para así acompañar a los mburuvicha en cosas más burocráticas.
– ¿Qué es lo que más te conmueve?
– Me conmueven las palabras de los Opygua (líderes espirituales), siempre hablan de la naturaleza. Si matan la naturaleza matan nuestra cultura, nuestra espiritualidad. Por eso entiendo por qué se lucha, el objetivo principal es el territorio. La naturaleza vale más que la plata. Esas enseñanzas que fui escuchando me hicieron entender la verdadera importancia del territorio.
– ¿Cuál crees que es el rol de los jóvenes Mbya en la actualidad? Cómo pensás que pueden contribuir al fortalecimiento de sus Comunidades?
– Nosotros los jóvenes que estamos empezando la lucha que llevan a cabo los líderes y lideresas, tenemos que ir apropiándonos de eso, escuchando las palabras de los más grandes para defender lo que tenemos. También tenemos la ventaja y a la vez desventaja de la sociedad de afuera, que está muy avanzada tecnológicamente, tenemos que saber cómo usar eso en defensa de nuestra lucha.
Tenemos que estar muy pendientes, y a la vez no perder la conexión entre jóvenes y grandes para seguir en pie. También tenemos que hacer ver la realidad a otros jóvenes que aún no están informados.
– ¿Cuáles son tus aspiraciones a futuro? ¿Te gustaría estudiar en la universidad?
– Mi objetivo es ir poniendo mi granito de arena en cada lucha e ir acompañando a otros con lo que pueda. Me gustaría estudiar abogacía para ayudar a los líderes en la lucha de los Pueblos Originarios. También para alentar y ayudar a las mujeres, sean Mbya o no. Además me encanta la literatura, tengo una parte de mí que está medio escondida, a los 12 empecé a escribir poemas.
– ¿Qué mensaje te gustaría darle a otros jóvenes Mbya para que se unan?
– Los que estamos en la lucha tenemos el trabajo de decirles a otros jóvenes que pensemos más en el futuro y a la vez en el pasado. Qué fue lo que pasó, por qué estamos acá, para qué existimos, cómo luchar. La historia de los colonizadores está tan radicada y romantizada que muchos piensan que está todo bien. Queremos que sepan la realidad y que tengan ánimo y sean fuertes.
Keila no vacila al hablar de derechos y responsabilidades.
Tiene un fuerte compromiso con el Pueblo Mbya y los Pueblos Originarios en general, y la convicción de luchar hasta que sea necesario.
Entiende que sin territorios no hay cultura, no hay lugar para ser Mbya.
EMiPA – Equipo Misionero de Pastoral Aborigen