El gobierno de Milei decidió borrar del proyecto de ley ómnibus, el capítulo destinado al ajuste fiscal.
Era la promesa sine qua non frente al FMI para seguir adelante con la refinanciación del sideral préstamo tomado por la administración de Mauricio Macri.
El encargado de comunicar la poda de varios artículos del proyecto que se empezará a discutir en la cámara baja el martes próximo fue, nada más y nada menos que el ministro de finanzas Luis “Toto” Caputo, el principal interesado en el asunto fiscal.
El rechazo por parte de los gobernadores al aumento de retenciones, una nueva movilidad para las jubilaciones y el descuento de ganancias para los trabajadores en relación de dependencia de la cuarta categoría, dieron marcha atrás en algunos postulados de la ley de leyes.
La encargada de comunicarle al presidente el rechazo de parte de los mandatarios provinciales y de algunos legisladores fue la secretaria de la presidencia y hermana del presidente, Karina Milei.
Ante una inminente derrota en la Cámara de Diputados, pero sin mostrar su disgusto, el primer mandatario decidió bajar sus pretensiones y mandó al frente a Caputo para que la debilidad del gobierno incipiente quedara en sus hombros y no el los del dueño de Conan. Quien días atrás en una entrevista había dicho que la ley “no se negocia”.
En la vereda de enfrente del oficialismo tomaron nota del paso atrás del gobierno pero no hubo festejos para tal revés.
La lectura que hicieron los legisladores de Unión por la Patria, expresada por su máximo referente en diputados, Germán Martínez, fue: “Es una trampa, se están desprendiendo de cosas pero se quieren quedar con el corazón de la ley, con facultades delegadas nunca vistas en Argentina por alcance y profundidad”.
Se especula que si el megaproyecto se transforma en ley, las reformas que quedaron de lado ahora serán aplicadas más adelante, cuando Milei ejerza sus facultades de forma plenipotenciaria y de espaldas al congreso.
El dictamen de mayoría para el tratamiento de la ley fue aprobado por 55 votos a favor pero con 34 de esos sufragios en disidencia parcial.
Esto implica una cierta debilidad en le iniciativa que, en teoría, recuperaría cierta fortaleza a partir de las modificaciones antes expuestas.
Algunas voces como las del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, se manifestaron de acuerdo en acompañar al ejecutivo sin embargo todavía no está muy claro hasta donde está asegurada la delegación de poderes a Milei.
Facultades delegadas del pueblo
La movilización del último miércoles a las puertas del congreso, mostró cual es el pulso de la calle. El encuentro de la militancia, congregada por diferentes organizaciones políticas y sociales, sumada a concurrencia de personas de a pie, mostró el disgusto de una parte importante de la población a la medidas tomadas por Milei.
El calor infernal del mes de enero no fue un dique de contención para que el pueblo se expresara en la Plaza de los Dos Congresos y en las calles aledañas.
Al canto de “la Patria no se vende”, las miles de almas que aguantaron los rayos del sol depositaron en los líderes sindicales la esperanza de poner un freno a las medidas del ejecutivo. Es cierto que la proclama fue en las puerta del palacio legislativo como para que pongan el oído los y las que allí ocupan cargos, pero ante los titubeos, el reclamo fue para los representantes gremiales.
Al respecto Hugo Yasky, secretario general de la CTA y actual diputado nacional por el Frente de Todos, afirmó a Agencia Paco Urondo que “la masiva manifestación del 24, a nivel nacional, constituye la primer respuesta de los sectores populares a esta ofensiva que pretende llevarse puesto un modelo de país que buscaba un equilibrio entre los sectores populares y los sectores del capital”, en obvia alusión a la prepotencia del gobierno libertario.
Imagen del gobierno y suba de tarifas
Este domingo la consultora de opinión pública, Zuban Córdoba publicó un informe dónde midió la imagen de diferentes dirigentes nacionales.
En esta encuesta el presidente de la Nación, Javier Milei, cosechó un 55,2% por la negativa mientras por la positiva el indicador le dio 44,3%. Mientras que al ministro Caputo le fue peor y su rechazo subieron al 57,4% mientras que su aprobación fue del 35,2%.
Una figura que está en las sombras del actual gobierno es Federico Sturzenneger, otrora ex presidente del BCRA con Macri a la cabeza del ejecutivo. La medición para quien es el padre de la criatura llamada ley ómnibus es bastante desfavorable.
Más allá de que su desconocimiento por parte de la gente es de un 10,7%, el rechazo a su figura asciende a 53,9% y su aprobación a 29,1%.
Con estos números a la vista y otras encuestas que se han conocido desde el 10 de diciembre hasta hoy, el gobierno ha menguado su adhesión desde que ganó el balotaje en 19 de noviembre de 2023 y cosechó el 56% de los votos. A todo esto para febrero se esperan nuevos aumentos.
A partir del 4 el boleto de subte pasará a costar $125, mientras que las empresas de internet y cable irán por un 25% más en sus abonos.
En temas de salud privada, las prepagas informaron un aumento de entre el 27% y 29%, sumados el 40% de diciembre.
La pregunta que cabe es: ante la debilidad que ha mostrado el gobierno en su faz política para negociar acuerdos y las manifestaciones populares, de quienes van a sufrir nuevos aumentos, ¿con que plafón cuenta el ejecutivo para llevar adelante todas las reformas?
¿O será que la facultad del pueblo no le fue delegada y es la que le va a poner el freno?
Martin Massad
AGENCIA PACO URONDO – APU