El Banco Central, hasta el momento, no ha encontrado un nivel de madurez tecnológica que considere óptimo para sus necesidades.
El Banco Central de Brasil tomó la decisión de ajustar el cronograma de su ambicioso proyecto piloto conocido como DREX, la moneda digital oficial del país. Esta medida incluye la suspensión indefinida del proyecto de innovación LIFT Lab, generando incertidumbre sobre posibles implicaciones en el proceso de desarrollo de la moneda digital del banco central (CBDC).
Las circunstancias que han llevado a esta decisión son variadas y complejas. En gran parte, se debe a la gradual incorporación de los participantes clave en el proyecto y a la necesidad de garantizar una sólida protección de la privacidad de los usuarios. El Banco Central aún no está satisfecho con la tecnología que planea usar para este propósito, lo que ha añadido complicaciones al proceso.
La elección de la tecnología adecuada para salvaguardar la privacidad se ha convertido en un desafío considerable. Aunque el Banco Central ha estado en conversaciones con diversos proveedores, hasta el momento no ha encontrado un nivel de madurez tecnológica que considere óptimo para sus necesidades.
CBDC de Brasil: DREX
Aristides Cavalcante, quien supervisa la ciberseguridad y lidera la oficina de innovación tecnológica, ha sido claro en su postura al respecto: “No vamos a lanzar ninguna solución sin la seguridad necesaria”. Esta postura resalta la importancia de garantizar la integridad del proyecto, incluso si esto implica un retraso en el cronograma para permitir un riguroso proceso de pruebas y aseguramiento.
El nombre oficial de la moneda digital del Banco Central de Brasil es DREX, una denominación que simboliza la dirección futura que la institución espera tomar con este innovador proyecto. Sin embargo, DREX ha enfrentado obstáculos desde sus inicios, incluyendo un retraso en el inicio de los 16 proyectos piloto programados, que se postergaron dos meses desde julio hasta mayo debido a dificultades iniciales.
La visión detrás de DREX se basa en la capacidad de las entidades autorizadas para emitir el CBDC utilizando tecnología de libro mayor distribuido, en esencia, similar al concepto de blockchain. Con la infraestructura Web3 en juego, se busca facilitar transacciones rápidas para operaciones como la compra y venta de bonos del tesoro público, con procesos de creación, registro y eliminación de tokens respaldados por esta tecnología.
Aunque la selección de la tecnología que garantice la privacidad ha presentado desafíos significativos, el Banco Central de Brasil continúa su búsqueda de proveedores que puedan cumplir con los requisitos de madurez tecnológica. La seguridad sigue siendo una prioridad primordial, lo que justifica la decisión de retrasar las pruebas y ajustar el plazo original.
Así, la fecha límite para la finalización de la primera fase del piloto del real digital, originalmente establecida para febrero de 2024, ha sido extendida hasta mayo de 2024. Este cambio refleja el compromiso del Banco Central de Brasil con la calidad y la seguridad en el desarrollo de su proyecto pionero en el mundo de las monedas digitales.
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