La crisis climática amenaza con desencadenar un “efecto dominó de daños acelerados e incontrolables”

Cruzar algunos puntos de no retorno del planeta como el deshielo de Groenlandia o la muerte masiva de corales puede disparar una “cascada catastrófica”.

La crisis climática tiene la capacidad de provocar una reacción en cadena de desequilibrios sin retorno a escala planetaria. “Disparar un efecto dominó devastador”, lo definen los científicos.

Porque, en los niveles actuales de recalentamiento global, al menos cinco puntos de no retorno planetario están a punto de cruzarse y, como “todos los sistemas están interconectados”, un desequilibrio puede llevar a otro y a otro en un “efecto cascada catastrófico”, según subraya un reciente estudio coordinado por la Universidad de Exeter y presentado en la COP28 de Dubái.

Los puntos de no retorno de los que habla este trabajo que aúna el esfuerzo de 200 científicos se traspasan cuando, en un determinado sistema, se supera un umbral de manera que la transformación ya es irreversible. Por ejemplo, la caída del oxígeno en el agua del mar que genera “zonas muertas” donde los peces y otros organismos “huyen o mueren”.

Los cinco sistemas planetarios (de 25 analizados) que están cerca de cruzar sus puntos de no retorno por el ritmo actual de calentamiento son el colapso de la capa de hielo de Groenlandia y la de la Antártida occidental; la mortandad de los corales, el colapso de la circulación del Atlántico norte y la fundición acelerada del permafrost, según han evaluado los científicos.

Tim Lenton, uno de los autores del estudio, recalca que “los puntos de no retorno suponen una amenaza de una magnitud nunca antes afrontada y pueden provocar la pérdida de ecosistemas enteros o de la misma capacidad para obtener cultivos fundamentales”.

Las consecuencias de este tipo de efectos –prosigue– pueden ir desde “desplazamientos masivos de población a inestabilidad política o un colapso financiero”.

Estos puntos de inflexión no son una novedad, pero la cuestión que ahora evidencia este trabajo es que al desequilibrar una parte del planeta pueden activarse cambios irremediables en muchas otras.

De ahí la idea de “efecto cascada” o, como se habla en el mundo nuclear, reacción en cadena: “Un pequeño cambio en un subsistema causa un mayor cambio en otro subsistema y otro mayor y otro mayor y así sucesivamente, lo que provoca un gran cambio general”. De ahí el “dominó de efectos acelerados e incontrolables”.

Los científicos ejemplifican este dominó con el exterminio de los lobos que tuvo lugar en el parque nacional de Yellowstone (EEUU) que “disparó una cadena que transformó todo el ecosistema y cuya reintroducción revirtió en otro proceso de cascada”.

Y luego describen algunos de estos procesos de interconexión entre puntos de no retorno del planeta: la desintegración de la capa de hielo de Groenlandia puede llevar a un cambio brusco de la circulación del Atlántico, cuya transformación puede llevar a una intensificación del efecto de El Niño.

“Las interacciones entre los diferentes sistemas climáticos pueden, de hecho, rebajar los umbrales necesarios para romper puntos de no retorno”.

Las interrelaciones, en realidad, se extienden por toda la Tierra. La fundición de la capa helada de suelo en la corona boreal del planeta (el permafrost) o la destrucción de bosques a gran escala “suman emisiones de CO2 a la atmósfera”. El Niño también afecta a la corriente del Atlántico que, a su vez, condiciona los monzones tropicales…

El cambio climático sobre el que se discute estos días en la Cumbre del Clima de Emiratos Árabes es un factor principal en el sorpaso de puntos de inflexión especialmente en la criosfera (la parte helada del mundo) y los océanos, especifican estos investigadores.

Eso hace necesario “un urgente recorte de las emisiones” [de gases de efecto invernadero].

Así que, entre las recomendaciones clave que incluye esta revisión científica, aparece el “abandono de los combustibles fósiles”: “La velocidad a la que se haga determinará el futuro de miles de millones de personas”, se atreven a escribir.

Cómo y cuándo dejar de utilizar combustibles como el petróleo, el gas y el carbón son el campo de batalla en la COP28 con, todavía, un resultado muy incierto.

El Diario / España

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