La Cancillería y el histórico llamado a la paz de la Argentina

Desde el comienzo del conflicto, las máximas autoridades argentinas plantearon en todos los foros internacionales la urgente necesidad que se abran negociaciones entre Rusia y Ucrania.

Una firme condena al conflicto bélico y un constante llamado a la paz, fue la sostenida posición de la Argentina ante la guerra que enfrenta a Rusia con Ucrania y sus aliados de la OTAN, una postura que mantuvo en todos los foros internacionales, mientras en articulación con Francia y otras naciones busca fijar mecanismos diplomáticos alternativos para lograr una salida pacífica, que evite una escalada con futuro incierto, y sacar al mundo de la crisis energética y de alimentos en la que quedó sumido desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero del 2022.

Desde que las tropas rusas comenzaron el operativo militar en Ucrania, la postura argentina fue clara: expresó su “más firme rechazo al uso de la fuerza armada”, e instó al Kremlin a “cesar las acciones militares en Ucrania” y “desescalar” de inmediato el conflicto “en todas sus aristas”.

La primera comunicación

En un comunicado emitido ese 24 de febrero, la Cancillería argentina llamó a superar la crisis a partir del “pleno apego a todos los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas (ONU), sin ambigüedades ni dando preeminencia a unos sobre otros, con pleno respeto del derecho internacional, a la soberanía de los estados y su integridad territorial, la solución pacífica de las controversias y el pleno y profundo respeto por los derechos humanos”.

Esa fue la base del posicionamiento del Gobierno de Alberto Fernández, tras la decisión del Kremlin de avanzar sobre territorio ucraniano, postura que fue replicada luego por el Jefe de Estado argentino y su canciller Santiago Cafiero en todos los foros internacionales en los que intervinieron.

El volumen global del conflicto obligó a todos los Estados del mundo a posicionarse, una definición que supone riesgos, debates internos, restricciones externas e intereses permanentes, y que en el caso argentino tuvo riesgos coyunturales y de carácter geopolítico.

Con todo, a lo largo del conflicto bélico el Gobierno de Fernández buscó mantenerse fiel a la línea trazada para su política exterior: confirmó su postura a favor de un orden multipolar y del ejercicio autónomo en sus vínculos con el mundo.

Prueba de ello, fue, por ejemplo, el rechazo argentino a la decisión de las potencias de occidente de imponerle a Rusia sanciones económicas.

Télam

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