Hungría endurece sus medidas contra la comunidad LGTBIQ+

Fijó una multa récord a una librería que vendió una novela sobre una relación homosexual. También impulsa un proyecto de ley que restringe el acceso a las jubilaciones a las personas transgénero.

El Gobierno de Hungría continuó este miércoles con el endurecimiento de sus medidas contra la comunidad LGTBIQ+, en la mira del primer ministro ultraconservador Viktor Orban, con una multa récord a una librería que vendió una novela sobre una relación homosexual y un proyecto de ley que restringe el acceso a las jubilaciones a las personas transgénero.

La cadena de librerías Lira, la segunda más importante de Hungría, recibió la orden de las autoridades de pagar 12 millones de florines (36.000 dólares) por haber vendido la novela gráfica “Heartstopper”, que cuenta el amor entre dos compañeros de secundaria, popularizado por una serie de Netflix.

El Gobierno argumentó que los libros de la autora británica Alice Oseman debían estar en un embalaje hermético, ya que representan una relación homosexual entre dos jóvenes y se ofrecían en la sección juvenil.

En 2021, se aprobó una ley que prohibía la exhibición y promoción de la homosexualidad entre menores de 18 años, como parte de una agenda ultraconservadora y cristiana de Orban, en medio de críticas de organizaciones defensoras de derechos y la propia Unión Europea (UE) a la que el país pertenece.

Hasta el momento, la normativa no se había aplicado a librerías, aunque sí a películas. “Ahora, el Estado está comenzando a aplicarla de manera aleatoria”, explicó a la agencia de noticias AFP Krisztian Nyary, director creativo de la compañía Lira.

La multa tiene un monto sin precedentes, señaló, al criticar “reglas oscuras” y difíciles de respetar.

Restricciones escandalosas

El director en Budapest de Amnistía Internacional (AI), David Vig, denunció restricciones “escandalosas” a los derechos y dijo que el Gobierno utiliza el tema en el período previo a las elecciones locales y europeas de 2024 para desviar la atención, en un contexto de miles de millones de euros en fondos congelados por la UE.

En los últimos años, se prohibieron los estudios de género, la inscripción del cambio de sexo en el registro civil y la adopción por parte de parejas homosexuales.

En ese marco, el gobierno acaba de abrir un nuevo frente contra la comunidad LGTBIQ+ con la presentación de una enmienda para excluir a las mujeres transgénero de un programa de jubilación anticipada.

“Es inconcebible que aquellos que de repente se identifican como mujeres después de años de trabajar como hombres se aprovechen de un sistema que se supone que recompensa el papel clave de las madres en la sociedad”, dice la propuesta.

El texto es una respuesta a una decisión reciente del tribunal regional de Veszprem (oeste) a favor de una mujer transgénero llamada Elvira Angyal que fue autorizada a acceder al programa de jubilación. Una “provocación”, según el partido gobernante Fidesz.

Orgullo

El pasado sábado, la Marcha del Orgullo reunió a miles de personas en Budapest, la capital húngara, y los manifestantes mostraron su consternación por la degradación de los derechos en este país centroeuropeo, que había sido uno de los más liberales de la región.

El día anterior, las embajadas e instituciones culturales representantes de 38 países habían expresado su “preocupación por las leyes y el discurso político (…) que contribuyen a la estigmatización de la comunidad LGTBIQ+”.

El lunes pasado, la presidenta de Hungría, la conservadora y antiabortista Katalin Novack, participó de la apertura de la conferencia de Women Deliver, una organización que promueve la defensa de los derechos de las mujeres, en Ruanda.

Esto generó encendidas críticas de muchas de las mujeres que participaron del encuentro en el país africano, ya que Novack forma parte de varios organismos antiabortistas que se oponen además al matrimonio igualitario.

Maliha Khan, la presidenta y directora ejecutiva de Women Deliver, se había opuesto a invitar a Novack, pero finalmente accedió a instancias del Gobierno de Ruanda.

Télam

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *