Los inspectores de tránsito, son los responsables de capacitar futuros conductores, de controlar y ordenar el tránsito.
Respetados, temidos, pero son quienes tienen la autoridad de hacer cumplir las leyes.
Para graficar la responsabilidad que tienen, controlaron el tránsito en épocas de falta de combustible, no importaba que llovía, allí estuvieron para que se respete filas y el tránsito fuese fluido.
Algunos comenzaron como educadores viales y gracias a las capacitaciones, pasaron a ser parte del plantel que actualmente son 21 inspectores y 5 reguladores de tránsito que tiene el Gobierno de la Ciudad de Oberá.
Conocimos la historia de Sandra Ferreyra, que trabaja hace 17 años, explicó cómo comenzó, «me gustaba ver el tránsito, organizar, concientizar a la gente, al peatón. En el momento empecé como educadora peatonal, ahí entregábamos folletos, educábamos al peatón donde debería pasar, con las esquinas».
Todos demuestran orgullo portar la vestimenta, «es un desafío difícil, pero importante y muy lindo y muy bueno a la vez, porque con la concientización evitamos que la gente, tenga accidentes», comentó Ivan Jaquet, que trabaja hace 10 años como inspector.
Muchos desde niño, querían ser inspectores de tránsito, como es el caso de Marcos Rodríguez, «la verdad que desde chico siempre veo a los inspectores, me acuerdo que siempre por ahí siempre fue mejor visto a la sociedad por el respeto que se le brinda», contó el trabajador que tiene 11 años dentro del cuerpo de inspectores.
Lorena Cardozo se anotó para cobrar estacionamiento y trabajo durante 6 años y está como inspectora hace 12 años, recuerda que el momento difícil, pero supieron sobrellevar fue la falta de combustible en la ciudad, «cuando quedamos sin combustible, ahí nos quedamos horas y horas en el mismo lugar. Nos mojábamos todo y teníamos que brindarle el servicio a la gente».