¿Qué tan inteligente es la Inteligencia Artificial?

Robots asesinos, computadoras que capturaban naves…el cine y la literatura nos presentaron a la Inteligencia Artificial (IA) como un peligro para la humanidad. Pero el reciente surgimiento de ChatGPT nos muestra que hay otra cara de la IA: una oportunidad para resolver nuevas situaciones, un auxiliar en el trabajo, entre otras cosas.
En marzo de 1968, la unidad multitrónica M-5 se apropió del Enterprise en Viaje a las Estrellas. Ese mismo año, en abril, HAL 9000 capturó la nave Discovery One y mató a uno de sus tripulantes en 2001: Odisea del Espacio. La saga de les Skywalkers no hubiese sido la misma si en La Guerra de las Galaxias de 1977 no nos hubieran presentado a R2D2 y C3PO. Más adelante en el tiempo, en octubre de 1984, Skynet nos envió del futuro a T-800, Terminator.
Estos son algunos pocos de los ejemplos en los que el cine y la TV nos mostraban cómo actuaba la IA. Y ni hablemos de la literatura de ciencia (y no tan) ficción.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu RAE), con el apoyo de la Agencia EFE y la Real Academia Española, nombraron a “Inteligencia Artificial” como término o expresión del año 2022.
“Esta construcción está definida en el diccionario académico como disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico” figura en el sitio web de la fundación y agrega que esta expresión apareció en el diccionario de la RAE en 1992.
Digamos también que no hay una Inteligencia Artificial (IA) sino que es un conjunto de tecnologías que reciben nombres como Aprendizaje Automático (AM), Aprendizaje Profundo (AD), Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) o Generación del Lenguaje Natural (GNL), esta última la que está detrás de ChatGPT, un prototipo de chatbot de inteligencia artificial desarrollado en 2022 por OpenAI que se especializa en el diálogo.
Télam-Confiar le preguntó a Diego Fernández Slezak, profesor del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA e investigador del Conicet, si se podía considerar a ChatGPT como un punto de inflexión: “Si vos me preguntabas en 2017 si íbamos a tener algo tipo ChatGPT yo te hubiese respondido falta mucho, décadas. Cinco años después llega, entonces yo no sé si diría que es un punto de inflexión algo que estaba previsto que apareciera. Pero sí que se aceleró mucho más y lo que yo creí que iba a tardar 20 años en llegar, llegó en 5.”
Por su parte, Andrés Bursztyn, vicedecano y director de Ingeniería en Sistemas de la UTN Seccional Buenos Aires, es más tajante: “Considero que OpenAI, con su solución ChatGPT, se encuentra en un grado de avance significativo, pero que presenta cierta controversia y no representa un punto de inflexión en lo general, más bien en lo particular. Es decir, en muchos aspectos debe seguir mejorando y en otros, interpela en tener que modificar ciertas costumbres o paradigmas que se vienen utilizando hace mucho tiempo”.
De la misma manera coincide Sebastian Sardiña, director del laboratorio de IA en el Royal Melbourne Institute of Technology, Australia, afirma: “No me atrevo a juzgar si será un punto de inflexión. En el pasado se ha exagerado mucho el impacto a corto plazo de varias tecnologías y minimizado el impacto a largo plazo, desde la TV hasta Internet. Quizás esté sucediendo algo similar con ChatGPT. Sí me parece altamente probable que este tipo de tecnología terminará estableciéndose, a largo plazo, como una muy poderosa herramienta de ayuda, como lo son hoy las calculadoras, los programas matemáticos sofisticados, o planillas de cálculo.”
Télam