Organizar las comidas del día resulta un hábito muy útil a la hora de alimentarnos, ya que el hecho de no respetar los horarios produce efectos negativos en la salud física y mental.
La alimentación es una práctica indispensable y vital en la vida de las personas. Cualquier actividad que realicemos que requiera tanto un trabajo mental, como físico va a poder llevarse a cabo si nos alimentamos de forma correcta. Por eso organizar las comidas del día resulta un hábito muy útil a la hora de comer, ya que no respetar los horarios de las comidas produce el aumento de peso. Entre otras razones muchas veces las personas terminan comiendo más de lo que piensan.
La importancia del horario de la cena
Por otro lado, alterar el horario metabólico puede producir trastornos como diabetes, enfermedades cardiovasculares, o aumento en los niveles del colesterol. Además con una buena rutina, las comidas se procesan de una mejor forma. Al tener horarios impredecibles a la hora de consumir los alimentos, el organismo no termina de asimilar bien esas comidas.
Se dice mucho que, a la hora de desayunar se debe ingerir grandes cantidades de comida con alto contenido de nutrientes. En la cena se debe tratar de comer lo más liviano posible porque esto mejora el descanso en los ciclos de sueño.
Sin embargo la Universidad de Harvard aportó otro dato sobre alimentación a través de un estudio donde explica cuál es el horario ideal para cenar.
Cuál es el mejor horario para cenar, según Harvard
El estudio de Harvard consiste en 16 personas con obesidad o sobrepeso que consumen los mismos alimentos, con cantidades iguales, con una única diferencia de rutina de horarios.
Lo que se pudo observar es que quienes cenaban a las 19 horas mostraron un mejor rendimiento metabólico durante las horas de sueño que quienes cenaban más tarde.
Esto se debe principalmente a que, al cenar temprano, el cuerpo tiene más tiempo para digerir y metabolizar los alimentos antes de dormir. Ese mejor rendimiento implica una mayor capacidad para eliminar grasas acumuladas.
En ese sentido, el cuerpo está preparado para la actividad durante el día y esto incluye metabolizar alimentos en función del gasto de energía.
Según se refiere, el grupo que obtuvo los mejores resultados ingería la última comida del día cuatro horas antes que el resto de participantes.
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