El elogio de la incertidumbre nacional, por José Luis Martínez

En vista de tanto río revuelto y ya amanecido el año electoral, la incertidumbre a nivel nacional, fertiliza el terreno posibilitando el surgimiento de todo tipo de teorias y proposiciones, que incluso la realidad, con su sequía de acciones concretas, permite que afloren.

La sucesión de hechos posibles dentro del Frente de Todos es intensa y numerosa por estos días, aunque se podrian subrayar tres posibilidades muy factibles y ninguna se presenta muy halagadora.

En la primera hipótesis; se podría considerar que eventualmente Cristina Fernández se presente como candidata, luego de ingresar una apelación a su sentencia ya en firme, lo que le daría varios meses para seguir habilitada y en carrera.

Podría darse el caso de que arrase en las PASO y quede a la cabeza del proyecto uniendo a los distintos sectores.

Pero también en plena campaña electoral, la Justicia podría rechazar su apelación dejando su inhabilitación en firme y haciendo que se terminen drásticamente las aspiraciones electorales del proyecto, por ende el Frente quedaría sin candidato y sin tiempo para rearmarse.

Analicemos otro escenario -con dos aristas- en el que Cristina se presente como candidata, también luego de ingresar su apelación a la sentencia ya firme, lo que le daría varios meses para seguir habilitada igual que en el caso anterior. Podría ganar las PASO y comenzar con mucho énfasis una gran campaña electoral en todo el país.

Tiempo después- y aun antes de la fecha de los comicios-, la Justicia podría rechazar su apelación y el ultimo recurso posible que quedar+ia, seria esperar que el presidente Alberto Fernandez, usando facultades que tiene arrogadas, la indulte.

El presidente ha manifestado en distintas ocasiones que los indultos no se condicen con su espíritu democrático y no es tan descabellado pensar que no lo haría.

De todas maneras si fuera indultada, el golpe de efecto seria devastador en la fuerza de captación de votos indecisos y es difícil pensar que podrían absorber ese cimbronazo.

Por lo tanto, el Frente se quedaría sin candidatos y sin tiempo para organizarse, en caso de no haber indulto tan cerca de los comicios. Y si lo hubiera, padecerían una hemorragia fatal en intenciones de voto.

Hilando aun más en las conjeturas, Cristina podría presentarse como candidata y ganar cómodamente las PASO amparada en su apelación, lo que le daría tiempo para hacer su campaña.

Podría ganar las elecciones y su apelación ser rechazada, siendo ya primera mandataria electa. No se podr+ia autoindultar.

Sin lugar a dudas comenzaría inmediatamente un proceso de juicio político y de prosperar, debería renunciar y si no avanzara, la oposición en su conjunto se podría negar a dar quorum en el Senado, en la Cámara Baja y en los Concejos Deliberantes de todo el país, repudiando el hecho de ser presididos por una mandataria condenada en firme.

Ninguna de las tres opciones es alentadora para el Frente de Todos.

Ya en el terreno de lo concreto- y alejados de toda conjetura-, la falta de las más mínimas precisiones, generan que las ganancias de este río torrentoso se las lleven los miembros de una oposición partidaria, que saca ventajas día a día, ahondando sus disputas internas por candidaturas, amparados en la idea de un triunfo altamente posible.

La pueblada que supo nacer un 17 de octubre en este país en defensa de un proyecto político, no se ve posible ante la falta de unidad y cohesión de un frente que tiene a sus militantes esperando a quien coronar al final del proceso y perdiendo un tiempo valiosísimo, como quien mira un partido de tenis entre Nadal y Djokovic, sin poder fijar la vista ni adivinar quién gana al final.

La realidad supera a la ficción y habrá que permanecer atentos para ver como se desarrollan los hechos, dentro del ámbito político partidario nacional- dentro del oficialismo y de la oposición- que ya en las próximas horas deberían mostrar los planes de cada proyecto, en función de desplegar las armas de seducción cívica que amerite cada caso.

No es una novela histórica, para nada, es la realidad política del país y nos atañe a todos y a cada uno de los ciudadanos, como así también a los habitantes de este suelo cuya única certeza- hoy por hoy- es la incertidumbre imperante.

José Luis Martínez

Meridiano 55

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