Argentina es el séptimo país con mayor número de cirugías estéticas. Psicólogos y cirujanos plásticos lo consideran un trastorno que afecta al autoestima.
Los filtros de Instagram y Snapchat son las herramientas tecnológicas más utilizadas en la actualidad. Los usuarios buscan la mejor opción de filtro para mostrar una imagen de perfección a los internautas.
En el último tiempo, cada vez más jóvenes aspiran asemejarse a la realidad que refleja un celular a través de la cirugía estética.
Alejandra Insaurralde, especialista en medicina estética, preventiva y longevidad sana, contó que en la actualidad hay más pacientes jóvenes que acuden a la medicina estética.
Consideró que “se debe a la utilización de filtro en las distintas redes sociales. Lo que hacemos es poner un paño frío y bajar las expectativas con los tratamientos de tipo estético”.
Los filtros están hechos con Inteligencia Artificial capaz de identificar rasgos faciales y cambiarlos en tiempo real, según las reglas estéticas de sus propios creadores.
Según estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), durante 2020 las cirugías estéticas crecieron un 7,4% en todo el mundo. Argentina ocupa el séptimo puesto del ranking, sólo por debajo de Estados Unidos, Brasil, México, Alemania, India e Italia .
La exposición impulsa la búsqueda de perfección
La especialista comentó que los jóvenes acceden a las consultas con información obtenida de internet. “Vienen bastante informados sobre qué quieren hacer y qué producto se quieren poner. Entonces diagramamos un tratamiento que sea adecuado para el paciente y que le dure en el tiempo”, especificó.
En una entrevista al eldestapeweb, la medica cirujana estética, Johanna Furlan, la exposición en las redes genera que los adolescentes busquen verse mejor y acercarse más a su propia imagen captada a través de un filtro.
Por su parte, Insaurralde aclaró que los procesos de los tratamientos se dan de forma escalonada. Por este motivo, “es prudente recurrir a una reunión de consulta para detallar la transformación progresiva“, indicó.
Dismorfia de Snapchat
Psicólogos y cirujanos plásticos acuñaron, en los últimos años, el término dismorfia de Snapchat. Se refiere a las personas que quieren operarse con la intención de parecerse a su propia imagen retocada con los filtros de algunas aplicaciones.
Para diagnosticar este trastorno, los especialistas observan si la persona se encuentra preocupada por algún defecto inexistente de su físico, hasta el punto de pensar en él durante más de una hora al día.
Este término está relacionado con una afección de salud mental llamada Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), que provoca que se haga una sobrevaloración de un defecto físico percibido por la persona. De esta manera, el grado de ansiedad crece.
Los filtros y las aplicaciones que transforman el físico impulsan a anhelar un perfil de belleza utópico e irreal que puede afectar de forma negativa la autoestima de los usuarios.
Canal 12